HTTP es el protocolo en el que se basa la Web. Inventado por Tim Berners-Lee entre los años 1989-1991, HTTP ha experimentado muchos cambios, manteniendo la mayor parte de su simplicidad y desarrollando su flexibilidad. HTTP ha evolucionado, desde un protocolo destinado al intercambio de archivos en un entorno de laboratorio semiseguro, al laberinto actual de Internet, que ahora sirve para el intercambio de imágenes, videos de alta resolución y 3D.
Cuando escribe una dirección web en su navegador y se abre la página que desea, es porque su navegador se ha comunicado con el servidor web a través de HTTP. En otras palabras, el protocolo HTTP es el código o idioma en el que el navegador le dice al servidor qué página quiere ver.
La forma más sencilla de explicar cómo funciona HTTP es describiendo cómo se abre una página web:
▸ En la barra de direcciones del navegador, el usuario escribe example.com.
▸ El navegador envía esa solicitud, es decir, la solicitud HTTP, al servidor web que administra el dominio example.com.
▸ El servidor web recibe la solicitud HTTP, busca el archivo en cuestión y envía un encabezado primero. Este encabezado comunica al cliente, mediante un código de estado, el resultado de la búsqueda.
▸ Si se ha encontrado el archivo solicitado y el cliente ha solicitado recibirlo, el servidor envía, después del encabezado, el cuerpo del mensaje.
▸ El navegador recibe el archivo y lo abre como una página web.
El entorno en el que se utiliza HTTP en la actualidad es muy diferente al de principios de la década de 1990. El desarrollo original de HTTP ha demostrado ser una obra maestra, permitiendo que la Web evolucione durante un período de tiempo. Un cuarto de siglo, corrigiendo errores y manteniendo la flexibilidad y extensibilidad que han hecho de HTTP un éxito, la adopción de HTTP/2 tiene un futuro brillante o al menos eso esperamos y queremos.